Imagina que una pareja compra una casa de campo. Es una linda y pequeña cabaña junto al lago con un muelle, un hermoso patio delantero y 4 habitaciones espaciosas. A medida que la pareja envejece, deciden dejar la cabaña a sus tres hijos.
Esta es una idea maravillosa y hermosa. Sin embargo, rápidamente puede convertirse en un desastre si no se gestiona bien desde el principio. Imagina a los hijos tratando de decidir quién visitará la cabaña durante el verano, cómo dividir los pagos de mantenimiento y qué hacer si uno de ellos tiene dificultades financieras y quiere vender su parte.
Ya sea que esperas que tu familia comparta una casa de campo, un negocio, una cartera de inversiones u otro activo, existen algunas estrategias que puedes utilizar para asegurarte de que tengas éxito. Estas son las 3 claves para administrar los activos familiares compartidos:
Haz un acuerdo integral que cubre todos los aspectos básicos del activo. Por ejemplo, en el caso de la cabaña, el acuerdo podría abordar:
Para otros activos como inversiones, las consideraciones de gestión pueden estar en el acuerdo. Por ejemplo:
– ¿Quién gestionará las inversiones?
– ¿Cómo se elegirán los gestores de inversiones?
– ¿Cómo se dividirán las acciones de la inversión?
Deberían aplicarse consideraciones similares para las empresas. Por ejemplo:
Un acuerdo integral puede ayudar a evitar malentendidos y conflictos que pueden surgir cuando los miembros de la familia no saben qué esperar del activo compartido.
¡Las cosas cambian rápidamente con el tiempo! Es importante pensar qué pasará en 5, 10, 15 o 20 años…¿qué tipo de situaciones pueden surgir? Por ejemplo, en el futuro, ¿cuánto valdrán los diferentes activos? Las cuentas de inversión pueden crecer a ritmos diferentes a los de una empresa. Los valores de las propiedades pueden subir o bajar. Entonces, ¿será justa la distribución de la riqueza en el futuro en función de cómo se dividen los elementos ahora?
Otra preocupación para el futuro podría ser la herencia. Por ejemplo, ¿qué pasará cuando muera un heredero? ¿Su cónyuge heredará la parte del activo? ¿O lo heredarán los hijos?
Otra consideración podría ser la economía. En algún momento, un heredero puede decidir que desea vender su parte del activo. Esto puede suceder por varias razones, incluidas las dificultades económicas. En caso de que esto suceda, ¿se permitirá que alguien que no sea miembro de la familia compre la acción?
La clave del éxito a largo plazo con los bienes familiares compartidos es la comunicación continua. El acuerdo de activos compartidos debe actualizarse periódicamente y también debe haber espacio para plantear preguntas e inquietudes. Además, es importante hacer un seguimiento del éxito, el futuro y el crecimiento del activo compartido y discutir esto entre los miembros de la familia.
Para comunicarte con la familia con regularidad, puedes considerar la posibilidad de realizar un «consejo familiar». Para muchas familias, esto puede ser una reunión semestral o anual. Recuerda, siempre puedes hacerlo virtualmente si no todos los miembros de la familia viven cerca unos de otros.
Compartir una casa de campo, negocio u otro activo requiere algo de esfuerzo y planificación, pero el resultado final bien vale la pena. Es un hermoso regalo que se puede conservar para las generaciones venideras, un maravilloso legado familiar y un regalo que une a la familia.
¿Queires aprender más? Siga a Elaine King, experta en patrimonio familiar multigeneracional, en Facebook, Youtube, Instagram y Twitter.