En la antigua Grecia se creía que la filantropía era “amar lo que es ser un humano”, cuyo objetivo era la excelencia de cuerpo, mente y espíritu. Los filántropos se caracterizan por su amor a la humanidad y el deseo de dejar un impacto duradero en su comunidad.
La filantropía comienza a menudo con una pequeña actividad que tiene un gran impacto y luego crece hasta convertirse en un impulso de querer salvar todo el mundo. Pero un día te das cuenta de que el mundo tiene 7 mil millones de personas a las que potencialmente podrías ayudar, y que hay 1,5 millones de organizaciones benéficas y 86.000 fundaciones solo en Estados Unidos que podrían beneficiarse de tu impulso filantrópico.
¿Por dónde comienzas y cuál es el mayor impacto de tu impulso filantrópico? ¿Quieres unirte a una organización, crear una con un grupo de personas, dirigir una propia o donar de forma anónima? ¿Quieres impactar con tu pasión o esa pasión es una que toda la familia comparte? ¿Es parte de una estrategia o es parte de tu legado familiar? ¿Cuál es tu pasión?
La audiencia de este taller aprenderá a: