¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo les va a los miembros de tu personal ejecutivo con sus finanzas? ¿O te preguntas sobre el estado emocional de tus colaboradores? ¿O has sentido curiosidad por el bienestar financiero de la comunidad en la que tienes tu empresa?
La salud emocional y el bienestar financiero de tus stakeholders están estrechamente relacionados con tu empresa y su bienestar.
Entonces, ¿qué significa esto para ti y tu empresa?
Antes de COVID-19, el 85% de la población reportó que sufría estrés financiero. Con las horas de trabajo reducidas, la incertidumbre en la bolsa de valores, y el número de empleos en baja, ese estrés solo ha aumentado. Desafortunadamente, el estrés a menudo hace que los colaboradores se reportan enfermos. Además, incluso cuando están en el trabajo, el estrés puede reducir la productividad en un 30%. Además, el estrés crónico, incluyendo el estrés financiero, puede provocar problemas de salud que aumentan el absentismo y así costarle dinero a la empresa.
En fin, los empleados estresados causan pérdidas para la empresa.
Nuestras finanzas siempre han estado muy vinculadas a nuestras emociones. Ahora, en un mundo incierto, las personas son aún más propensas a tomar decisiones emocionales basadas en sus miedos y preocupaciones sobre el futuro. Compramos cosas que no necesitamos. Nos abastecemos de papel higiénico por miedo a la escasez. Hacemos compras para impresionar a los demás, en lugar de centrarnos en las verdaderas necesidades.
Las personas emocionalmente inteligentes saben que el deseo de comprar algo puede basarse en las emociones. Entonces, quizás esperen 30 días para realizar la compra. También pueden manejar sentimientos de estrés a través de estrategias saludables. La inteligencia emocional también ayuda a las personas a adaptarse a situaciones cambiantes y a planificar para el futuro.
No deseas que tus accionistas, empleados y personal ejecutivo tomen todas sus decisiones en función de sus emociones. En cambio, sería genial si pudieran planificar para el futuro utilizando su coeficiente intelectual y ecualizador. Esto dará como resultado menos estrés y condiciones más estables para tu empresa.
Pero, ¿cómo puedes lograr que bajen sus niveles de estrés, mejoren su inteligencia emocional y logren un bienestar financiero?
Tienes que dar el ejemplo y brindar oportunidades de aprendizaje. Por ejemplo, se paciente y comprensivo con tus empleados cuando estan estresados. Muestra empatía cuando tu personal esté pasando por un mal momento. Intenta ser lo más flexible posible.
Además, demuestra que la inteligencia emocional y la salud son importantes para tu empresa. Ofrece sesiones de entrenamiento para el manejo del estrés y prioriza la salud mental a través de actividades en el trabajo como yoga o meditación. Ofrece talleres de planificación financiera familiar para que las personas puedan reducir el estrés financiero.
Además, asegúrate que tu empresa refleje estos valores en lo que le pide a su personal y la lealtad que espera recibir de los accionistas. Da bonos e incentivos por un trabajo bien hecho. Si no tienes un presupuesto para bonos, considera ofrecer días de vacaciones. Estos incentivos pueden reducir el estrés y al mismo tiempo motivar el desempeño. También puedes realizar una encuesta de las familias de los empleados para obtener más información sobre las necesidades e intereses de tu personal.
Conéctate emocionalmente con tus accionistas y clientes haciendo donaciones en sus comunidades. Mantenéte en contacto con los accionistas, propietarios y la junta directiva con actualizaciones frecuentes sobre los asuntos financieros de la empresa. Piensa como si fueras el Gobernador Cuomo, dando noticias frecuentes para generar confianza y ganar cooperación.
Es un mundo estresante. Sin embargo, todavía es posible eliminar la energía negativa del estrés y el miedo reemplazandolos con estrategias positivas y una planificación sólida.
¿Cómo mejorarás la salud emocional y la inteligencia de tus stakeholders?
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