Un gran porcentaje de la economía mundial está compuesto por empresas familiares. De acuerdo al crecimiento y los años de la empresa, se empiezan a evaluar estructuras de gobierno que pueden ser corporativo, para la empresa, o familiar, para los miembros de la unidad. Veamos a continuación tres historias que describen algunos retos que pueden ocurrir si no se marcan claramente las expectativas y se crea un ambiente de comunicación directa con la familia.
El eterno miembro del directorio
Un familia de más de 40 miembros en Estados Unidos, fue testigo del regreso del fundador a sus 90 años después de 20 años de retiro. El regreso del abuelo hubiese parecido positivo pero lamentablemente el abuelo quería manejar la empresa, de la misma manera en que se hacía 20 años atrás. La situación generó una gran disrupción en el directorio. El comportamiento del abuelo no solo puso en una situación difícil al directorio mayor, sino que retrasó la transición de la siguiente generación a participar en las decisiones de la empresa.
Preparando un plan de retiro para tu primo
Una empresa familiar de más de 200 años, tuvo que despedir al primo del directorio debido a que no cumplía con los deberes que se le habían planteado. Muchos años después, se descubrió que el primo había tenido una condición de salud que no le permitía actuar de una forma racional. En el momento del despido, la empresa no tenía un proceso de evaluación determinado, por lo que la salida del primo causó un conflicto familiar que por muchos años se reflejó en la separación de la familia inmediata.
Dándole las llaves a tu hermana menor
Cuando llegó el momento en el que Carlos, de 50 años, le tuvo que ceder las llaves de la empresa familiar a su hermana Marisa, de 48 años, este solo le dio el 75% de la llave. Carlos, se acordó de la vez que le prestó el auto a su hermana cuando eran adolescentes y ella lo devolvió tarde y un poco dañado. Al final no fue su culpa pero le costó tiempo procesarlo. Por este recuerdo, para Carlos fue difícil desprenderse, y tuvo que mudarse de oficina para no estar en el mismo local limitando las funciones de su hermana. Ayudó también en el proceso, la experiencia que Carlos había tenido guiando a otras familias con sus transiciones.
Las empresas familiares son únicas así como cada núcleo familiar, porque además de ser productivas están conectadas emocionalmente, lo que les permite crecer con pasión y motivación. Sin embargo, cuando surgen los conflictos o diferencias, estos sistemas conectados emocionalmente difícilmente pueden dar un paso al costado para ver la situación desde un punto de vista neutral. Es recomendable tener las estructuras y políticas necesarias anticipadamente para mitigar futuros conflictos en el gobierno familiar y corporativo. Un asesor externo con experiencia en estos temas puede facilitar el proceso de una manera neutral.