El proceso de inversión está evolucionando hacia soluciones progresivas, sostenibles y que incrementan el bienestar social. Las carteras solían construirse mediante la selección de empresas, sectores y mercados que se esperaban proporcionarían la máxima rentabilidad financiera a pesar de un riesgo aceptable para lograr las metas y objetivos a largo plazo. El éxito o el fracaso de la cartera dependían de la cantidad de dinero ganado o perdido durante un período limitado de tiempo. Sin embargo, hoy en día, un nuevo tipo de inversión, la inversión de impacto, tiene como objetivo el logro de objetivos económicos y sociales. Satisface la necesidad mayor de los inversores de saber no solo que su dinero está creciendo, sino que también están ayudando a sus causas sociales o comunidades de interés.
No existen normas que especifican cuánto uno debe invertir en la inversión de impacto. Esta es una decisión totalmente personal que debes basar en tus propios objetivos y valores.
Invertir hoy en día tiene un propósito más profundo y, por ende, tu planificación financiera global también debería tenerlo. El proceso integral de planificación debe incluir metas, expectativas y la participación de un asesor financiero certificado. Debes incluir inversiones de impacto social en tu cartera. Si bien quizá no arrojen un buen rendimiento financiero, te permitirán concentrarte en lo que realmente importa – contribuir para alcanzar una comunidad sostenible.
La audiencia de este taller aprenderá a: